Mística del arte y el barro 
1.50 x 1.20 cms
Acrílico sobre lienzo
2024
femenina que trasciende el tiempo y el espacio, fusionando elementos ancestrales con una estética contemporánea y vibrante. La protagonista, una mujer de piel colorida y ondulada, parece emerger de otro mundo, aunque profundamente conectada con la cultura Chorrera de la costa ecuatoriana. Con grandes ojos celestes que reflejan una sabiduría divina y una vestimenta inspirada en las antiguas diosas de su tierra, la figura se yergue orgullosa en un altar, y con humildad habita sobre el penúltimo escalón.
La obra evoca un profundo respeto hacia las mujeres que forjaron su identidad cultural. Salhua, consciente del poder de la maternidad y del arte en las civilizaciones antiguas, imagina cómo esta mujer vista como una diosa en su comunidad se presenta ante su pueblo, adornada con aretes imponentes, casco ceremonial, y una vestimenta modernizada que mantiene vivos los ecos de su herencia.
A su alrededor, Salhua introduce esculturas de barro creadas en esa época, que en lugar de ser reliquias intocables en un museo, se muestran como objetos cotidianos y funcionales, al servicio de la vida diaria. Una de ellas es utilizada como florero, mientras otra recolecta granadillas, una fruta autóctona de la región. Por encima de la mujer, flores y hojas de banano en una paleta cromática menta, rosa, fucsia, naranja, celeste y verde, reflejan su piel, creando una sinergia entre los elementos vivos y la energía espiritual que emana de la figura.
A través de esta obra, Salhua busca reescribir la historia de las mujeres de su tierra, celebrando su fuerza, su sensibilidad artística y su conexión con la vida. La paleta vibrante de la figura contrasta con los tonos tierra de la escalera y las esculturas, simbolizando una coexistencia entre lo terrenal y lo divino. En esta pieza, la artista plasma una visión de indestructibilidad femenina, destacando el legado de mujeres que, como la protagonista de su obra, han pavimentado los caminos para las generaciones futuras.